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La Hermana Amalia Aguirre fue una monja piadosa que vivió en Brasil. Junto con Monseñor Conde Francisco Von Campos Barreto, obispo de la Diócesis de Campiñas, fundaron un instituto en Campiñas, Brasil. Su convento fue llamado el Instituto de los Misioneros De Jesús Azotado. Teniendo los estigmas de Cristo, la Hermana Amalia estaba destinada a ser una “alma víctima” por los más necesitados, acorde con su naturaleza generosa.

El 8 de Noviembre de 1929, un pariente de la Hermana Amalia se le acercó en necesidad de ayuda. Su esposa estaba enferma en etapa terminal y su familia en gran sufrimiento. Según los médicos, la condición de su cónyuge era incurable. Sin saber que hacer o lo que Dios esperaba de él, acudió a la Hermana Amalia, su última esperanza. La Hermana Amalia se sintió obligada a ayudarlo de cualquier manera posible y se dirigió a nuestro Divino Salvador.

La Hermana Amalia entró en la casa de Dios y se arrodilló ante el altar, entonces extendió sus brazos hacia Jesús y preguntó, “Si no hay esperanza para la esposa de T…, entonces estoy dispuesta a ofrecer mi vida por la Madre de esa familia. ¿Qué quieres que yo haga?

Jesús contestó, “Si deseas recibir estos favores, pídemelo por las Lágrimas de Mi Madre.

La Hermana Amalia además, preguntó “¿Cómo debo rezar?

Al responder, Jesús le dijo las invocaciones siguientes; “¡Oh Jesús, escucha nuestras oraciones por Las Lágrimas de Tu Madre Santísima! Oh Jesús, mira las lágrimas de aquella que te amó más en la tierra y te ama más fervorosamente en el cielo!

Finalmente, Jesús agrega, “Mi hija, cualquier ruego que la gente me haga por Las Lágrimas de mi Madre, Yo se los concederé con amor. Después, mi  Madre extenderá este tesoro a nuestro amado Instituto como un Imán de Misericordia.

Esto tuvo lugar el 8 de Noviembre de 1929.

Our Lady of TearExactamente cuatro meses después de esta fecha, Jesús cumplió su promesa a la Hermana Amalia. Como la profecía predijo, la Santísima Virgen María otorgó este tesoro al Instituto amado del Cielo. Los siguientes son recuerdos de la Hermana Amalia de lo ocurrido.

Fue el 8 de Marzo de 1930. Yo estaba en la capilla arrodillada sobre los escalones del altar, cuando de repente sentí ser levantada. Entonces vi a una mujer de belleza indecible acercarse a mí. Llevaba una túnica violeta, manto azul y un velo blanco cayendo alrededor de sus hombros. Sonriente, ella flotaba en el aire hacia mí, sosteniendo un rosario en las manos, que ella misma llamó “corona” (es decir, rosario circular). Sus cuentas brillaban como el sol y eran tan blancas como la nieve.

Entregándome este rosario Ella me dijo: “Este es el rosario de mis Lágrimas, que ha sido encomendado por mi hijo a su amado Instituto como una parte de su herencia. Las invocaciones ya fueron dadas por mi hijo. Mi hijo quiere honrarme en una forma  especial a través de estas invocaciones, y por lo tanto, otorgará todas las gracias a los que se lo rueguen por el bien de la devoción de mis Lágrimas. Este rosario proporcionará la conversión de muchos pecadores, especialmente los poseídos por el diablo. El Instituto de Jesús Azotado está reservado un honor especial, que es la conversión de muchos miembros de una secta malvada en el árbol floreciente de la iglesia. A través de este rosario el diablo será vencido y se destruirá el poder del infierno. ¡Prepárate para esta gran batalla!” Cuando nuestra Santísima Madre María hubo terminado de hablar, desapareció.

Hoy contamos con todos los eventos referentes a las apariciones en Campiñas acerca de la Hermana Amalia a través de la documentación que se consiguió en Alemania y recopilada en un panfleto titulado “Nuestra Querida Señora de Las Lágrimas.”

El Obispo Francisco Von Campos Barreto aseguró que con el uso de la medalla de “Nuestra Querida Señora de Las Lágrimas, innumerables conversiones han tomado lugar en Brasil así como en muchos otros países. “Innumerables Gracias han sido recibidas a través del rezo del rosario en honor a Las Lágrimas de nuestra querida Virgen Maria. La razón estriba en la promesa del Santo Salvador, ‘no se rechazará ningún favor, cuando sea pedido por Las Lágrimas de su Madre Santísima.

Cuando nuestros corazones están llenos de dolor y sufrimiento, dirigimos nuestros pensamientos a Dios. Somos capaces ablandar el corazón de Dios, a través de Las Lágrimas de su Madre Santísima, no obstante El está siempre listo para darnos bendiciones y gracias abundantes.

Actualmente, por lo que a nosotros nos parece, Las Benditas Lágrimas de la Madre de Jesús son especialmente poderosas para ganar el corazón de Dios.” – Monseñor Conde Francisco Von Campos Barreto, Obispo de la Campiñas.

 


 

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